El Valle de los Caídos

 

 

Para muchos puede resultar extraño el encontrar este lugar entre aquellos a destacar por su energía. No es habitual que para una construcción del siglo XX se elija un Lugar de Poder. Esto es lo que encontramos en este peñasco rocoso conocido como el Risco de la Nava, situado en el valle de Cuelgamuros, dentro de la sierra de Guadarrama y a menos de 10 Km. del monasterio de El Escorial.

      

      

La alteración telúrica que encontramos en este lugar es la que yo he bautizado con el nombre de Anillos Energéticos de 4 pilares. Estos 4 pilares los constituyen los cuatro vórtices de 19500 UB que de forma simétrica forman un cuadrado casi perfecto. La cercanía de estos vórtices entre sí forma un Lugar de Poder en el que se detectan tres anillos de energía: el central y más potente abraza a estos vórtices, y en él se registran alrededor de 12500 UB, en el segundo anillo 11500 UB y en el tercero 10500 UB aproximadamente; la calidad biótica en esta parte de la sierra del Guadarrama es de 8500 UB. Esta alteración telúrica es similar a la que existe en Stonehenge, allí también son 4 los pilares. La diferencia entre ambos lugares estriba en que en Stonehenge encontramos un vórtice de 24500 UB en las cercanías y en el Risco de la Nava el vórtice cercano es de 33000 UB.

   

 

Este complejo fue construido entre 1940 y 1957. No mencionaré nada con respecto al simbolismo que este recinto pueda representar para algunos por una razón obvia, a mí solo me interesa la parte telúrica de este lugar. Quiero sin embargo señalar que me parece incoherente el interés político en que este monumento, que forma parte de nuestro recuerdo histórico, caiga en el olvido y se derrumbe por falta de mantenimiento.

Solo comentar un dato: en 2005 lo visitaron más de 450.000 personas; la entrada costaba 5 €, y 1,50 € el acceso a la base de la cruz a través del funicular. Creo que ha llegado a ser el monumento más rentable de Patrimonio Nacional. Actualmente (enero de 2012) el acceso es libre, pero te advierten en la entrada que solo se admiten visitas para el culto.

    

     

El aspecto empieza a ser desolador. Los edificios ya acusan el abandono. Las cafeterías y el funicular están cerrados y el acceso a la base de la cruz (considerada como la mayor del mundo, con sus 150 metros de altura y sus aproximadamente 200.000 toneladas de peso) se encuentra vallado para impedir el acceso hasta la misma andando por el sendero habilitado.

Los monjes que pusieron en marcha esta abadía fueron “reclutados” de la abadía de Silos.

La basílica está excavada en la roca y su nave la constituye un túnel de 262 metros de largo, lo que la hace la iglesia cristiana de mayor longitud del mundo. De hecho es más larga que la basílica de San Pedro del Vaticano, y se cuenta que cuando antes de ser consagrada el 4 de junio de 1960 por el cardenal Gaetano Cicognani, este conoció su longitud, se negó a consagrarla si no se reducía la longitud de la nave; para ello la entrada se comió ‘oficialmente’ parte de la nave dedicada al culto. Sobre el crucero se levanta una cúpula de 40 metros de diámetro. Bajo ésta se encuentra el altar mayor. Y casi en la vertical de la misma, sobre el risco, se encuentra la base de la cruz, icono de esta construcción, visible muchos Km. antes de llegar a ella. La planta de la nave tiene forma de cruz latina y en ambos transeptos se sitúan sendas capillas. Por delante del altar mayor se encuentra una tumba con los restos de José Antonio Primo de Rivera y tras el altar fue enterrado Francisco Franco. Posiblemente estas dos tumbas sean en el fondo las responsables de que el anterior gobierno decidiese condenar al olvido este monumento.

           

            

Es una pena que no se haya llevado a cabo el traslado de los restos a otra ubicación, me habría encantado comprobar si los restos de Francisco Franco permanecen incorruptos. Solo faltaba que mi teoría resulte correcta para añadir más leña al fuego; alguno hasta intentaría subir a Franco a los altares y convertir El Valle de los Caídos en lugar de peregrinación. En serio, según mis investigaciones, las posibilidades de que el cuerpo de Franco permanezca incorrupto son altas.

Las tumbas se encuentran en el segundo anillo. La calidad biótica en este lugar es de 11500 UB. Según mis experimentos la bacteria responsable de la putrefacción no prospera a partir de las 9000 UB, siempre y cuando las condiciones ambientales sean las correctas. El caso de la otra tumba es distinto ya que los restos fueron depositados años después del primer enterramiento.

Aquellos que sean conocedores de mis experimentos con animales momificados sobre vórtices energéticos y hayan intentado comprender en qué forma actúa la densidad bioenergética sobre la descomposición de la materia, pueden llegar a plantearse la siguiente pregunta: Si este lugar es similar a Stonehenge y allí se han encontrado enterramientos, ¿por qué estos cuerpos no han permanecido incorruptos? Yo me he planteado esta pregunta muchas veces y creo que la respuesta está en las condiciones medioambientales.

La momificación es la deshidratación de la materia antes de que comience la putrefacción. Si la deshidratación se produce en un tiempo relativamente corto da lugar a la momificación; por ello es importante que el cuerpo no reciba durante el proceso una hidratación externa. La humedad de la tierra ocasionada por la lluvia, el rocío, las heladas, etc., hidrata la materia; esto retrasa el proceso permitiendo que al final la bacteria que ocasiona la putrefacción poco a poco consiga desarrollarse. Una mayor densidad bioenergética no acaba con la bacteria, simplemente la aletarga, retrasando una rápida propagación.

Esto es tan solo una teoría. La momificación de pequeños animales sobre un vórtice no es una teoría, es un hecho varias veces comprobado en mis experimentos; a partir de 9000 UB he conseguido momificar filetes de carne y pequeños animales en vórtices de 13500 UB. Soy consciente de que algún día tendré que realizar alguno de ellos ante testigos. Esto no me preocupa. La verdad solo tiene un camino.

Santa Teresa de Jesús fue enterrada sobre un vórtice de 24500 UB, su cuerpo permanece incorrupto. Ignoro cuántos de los cuerpos incorruptos que existen fueron enterrados sobre un vórtice y también si la densidad bioenergética de un Lugar de Poder es suficiente para que el cuerpo de una persona quede momificado tras ser enterrado sobre él. De ser como lo planteo, Lugares de Poder como el Vaticano y el monasterio de El Escorial guardarían celosamente el secreto de muchos cuerpos momificados en sus criptas.

Para mí la gran incógnita la representa la razón que motivó a Franco, para elegir precisamente este lugar para construir su obra.

No hay dudas de que el general Franco era amante de lo paranormal y buscó en ocasiones el asesoramiento de videntes. El más conocido fue el cabalista Corintio Haza, un judío sefardita que compaginaba su labor como comerciante en Tánger y sus actividades como cabalista, curandero y vidente. A él se atribuye la elaboración del símbolo escogido por Franco como talismán protector, conocido por el nombre de “Victor”.

                                                                                  

En su época en África fue cliente de una médium o vidente que vivía aislada en una zona desértica: Mersida, rubia de ojos claros, hija de un militar francés y una mujer berebere; esta llegó a entablar una amistosa relación con el militar español.

 Franco tenía verdadera devoción por algunas reliquias. La más famosa es la conocida como “brazo incorrupto de Santa Teresa”; en realidad la mano izquierda de la conocida santa abulense. Esta reliquia llegó a su poder de manos de unos jóvenes falangistas y la mantenía siempre en su dormitorio, en el interior de un relicario.  Hubo otras reliquias que consideró protectoras para él y su régimen: el Santo Sudario de Oviedo, la Cruz de la Victoria (enarbolada por don Pelayo en la batalla de Covadonga) y los restos de los santos Eulogio, Julián y Lucrecia.

Franco siempre mantuvo una buena relación con la comunidad religiosa de El Escorial. Conocido es que en 1960 firmó un decreto por el que aprobó aportar casi tres millones de pesetas de la época para rehabilitar las cubiertas del complejo mandado construir por Felipe II. (Desde 1954 toda la madera del recinto quedó afectada por una plaga de termitas.)

 Siempre he creído que quizás no sea descabellado pensar que los alrededores del monasterio ya habían sido prospectados en tiempos del monarca, y aquellos lugares de interés telúrico como la Silla de Felipe II y el Risco de la Nava quedasen registrados en los archivos del monasterio (o al menos formase parte del legado secreto custodiado por algunos miembros del mismo). Puede que Franco pidiese consejo para encontrar un emplazamiento adecuado para su obra y le hablasen de la magia del lugar. Puede que los frailes agustinos de El Escorial desconocieran el por qué Felipe II eligió, a pesar de las numerosas críticas, este lugar tan apartado de la Villa de Madrid para construir su sueño.

Por desgracia, es posible que nunca lleguemos a conocer la verdad.

Me consta que los jesuitas en el último siglo han realizado construcciones sobre Vórtices Energéticos y que Franco debía mantener buenas relaciones con ellos. Un ejemplo es la iglesia de San Francisco de Borja, situada en la calle Serrano nº 104, en Madrid. Fue construida entre 1945 y 1950, en un solar en el que no existía otro templo con anterioridad. Pertenece a la Compañía de Jesús. Es conocida porque descansan en ella los restos del padre jesuita José Mª Rubio, conocido como el Apóstol de Madrid; lo es también porque el almirante Carrero Blanco salía de la misma cuando sufrió el atentado que le costó la vida. En ella tenía Franco un palco reservado para su familia en la nave izquierda del transepto; justo en esta nave es donde se encuentra el vórtice de 13500 UB con que cuenta el templo. Así, a la usanza del Medievo; muchas iglesias de esa época sitúan su vórtice en el transepto. Y no está situado al azar, se encuentra en el centro del mismo, frente a la imagen de Ntra. Sra. de la Concepción. Según comentarios de la época, Franco ayudaba económicamente a esta iglesia.

 

                     

El padre jesuita José Mª Pilón es considerado por muchos el mejor radiestesista español; al menos es el más conocido. Ignoro si estaba capacitado para detectar los vórtices. El padre Pilón nació en 1922 e ingresó en la Compañía de Jesús en 1945. Desconozco si con 23 años tenía conocimiento de su percepción radiestésica, pero está claro que no intervino en el proyecto de construcción de esta iglesia ni tampoco en la de El Valle de los Caídos, ya que contaba con 18 años cuando empezaron las obras. Me inclino por pensar que su maestro en radiestesia pertenecía a la Compañía y puede que fuese al menos el que aconsejó el proyecto de la iglesia en ese lugar. Es otra teoría.

Como digo, estas son las teorías que yo me planteaba con respecto a la acertada elección de este enclave energético para la construcción de esta magna obra, antes de que llegase a mí una información que al parecer las descarta.

Según un libro publicado en 1982 por la Fundación Francisco Franco y escrito por Diego Méndez, que fue el arquitecto y director de las obras, el lugar fue presentido y elegido personalmente por Francisco Franco.

[Franco] al igual que había presentido el lugar donde debía alzarse el Monumento, imaginó y llegó a diseñar una gran Cruz [...]

Personal tarea del Caudillo fue, en largas excursiones a caballo y a pie, la búsqueda incesante de lo que habría de ser el Valle de los Caídos. En la sierra de Guadarrama tenía que hallarse el escenario tantas veces por él intuido. No se trataba de encontrar un emplazamiento, sino de descubrirlo e identificarlo.

En diversas ocasiones y circunstancias, y siempre que se hablaba con el Caudillo del Valle de los Caídos, nos decía que, con anterioridad al final de la contienda, él había presentido el lugar donde habría de construirse el gran monumento [...]

En los primeros días del año 1940 el Caudillo propuso al General don José Moscardó Ituarte [...], una nueva excursión, que sería la definitiva. Ambos tomaron el camino de la sierra y, desde el Alto de los Leones, estudiaron una vez más los valles que se precipitan hacia Segovia y Madrid. Descendieron luego hacia Guadarrama para seguir después la carretera de El Escorial, y se detuvieron ante una hondonada que se abre en dirección a la sierra: la finca de Cuelgamuros.

Siguiendo entre pinos un camino a la derecha, se alzaba un hermoso risco. [...] «Altar Mayor» era, en los mapas, el nombre del cerro de granito. La subida no fue fácil, pero hasta la cima llegó el Caudillo. Tras él, Moscardó. Creyeron haber encontrado el sitio.

Mas, al divisarlo completo desde lo alto, vieron que hacia el oeste, se erguía otro risco más elevado y majestuoso que el «Altar Mayor»: el «Risco de la Nava». El nombre era menos sugestivo, pero su forma era la deseada. Este iba a ser el cerro imponente y rocoso en cuyas entrañas se abriría la gran cripta y en cuya cima se erigiría la gran Cruz. Por fin había sido encontrado el lugar buscado, cuya existencia [el Caudillo] «había presentido».

Independientemente de que realmente Franco presintiese el lugar, de que quisiera emular a Felipe II, que la parecer también presintió el lugar donde había de construir su obra  o simplemente que la elección se debiese a la casualidad o a lo idóneo del risco para el proyecto, lo cierto es que no se contó con la situación de los vórtices a la hora de construir el templo. Tan solo uno de los cuatro vórtices de 19500 UB se encuentra dentro de la nave, concretamente en un lugar poco relevante de la nave izquierda del transepto. Es decir, si realmente alguien detectó la energía del lugar, no supo señalar los vórtices.

  

El primer Anillo Energético, es decir, el que contiene en su interior los cuatro vórtices de 19500 UB, no se encuentra en el centro de la cima del risco, está situado a la izquierda de la cruz, en dirección sureste. El núcleo más energético  del lugar lo constituyen los 4 vórtices que quedan encerrados dentro del primer anillo, la sacristía es la parte de la construcción sobre la que se localiza parte de este anillo. El vórtice de 33000 UB se localiza dentro de la base de la cruz, en su cara sur, y atraviesa la montaña, pero en ningún momento la nave de la basílica (pasa por el núcleo de la roca a muy pocos metros del altar mayor).

 

 

 

VÍA CRUCIS

 

      Siempre podemos pensar que fue la casualidad la que llevó  a que fuese este lugar y no otro el elegido para construir un sueño. Pero existen algunas variables que indican claramente que no fue así.

      Sin duda, la existencia del Vía Crucis que se construyó en las cercanías de la cripta monumento sea desconocida por muchos.

      El sendero que nos lleva por las distintas estaciones del Vía Crucis se inicia junto a los 4 monolitos conocidos como “los Juanelos”. Estos silenciosos centinelas del valle, con 11 metros de altura y 54 toneladas de peso cada uno, fueron mandados tallar en una sola pieza en el siglo XVI por Felipe II para servir como contrapeso en un ingenio mecánico diseñado por Juanelo Turriano que habría de subir el agua del río Tajo hasta la ciudad de Toledo. Este proyecto nunca llegó a realizarse por su elevado costo y los monolitos permanecieron olvidados en canteras de Nambroca y Sonseca, en la provincia de Toledo.

      No he recorrido nunca este Vía Crucis. Este discurre por un  abandonado camino enlosado de unos 6 metros de ancho, que puede recordarnos una calzada romana. Supone unos 5 Km. de recorrido y más de 2300 peldaños. Algún día lo haré. He tele prospectado las fotos que he podido conseguir de alguna de sus 14 estaciones y todas están construidas sobre un Punto de Meditación (estos puntos son vórtices menores)  9500, 10500 y 11500 UB son los registros que estos alcanzan. Al menos hay una excepción, la capilla construida sobre el Risco de la Brulera, más conocido como Altar Mayor, que cuenta en su interior con un vórtice de 19500 UB.

      Para mí, no cabe pensar que estos puntos fuesen marcados en tiempo de Felipe II. Este Vía Crucis fue diseñado sabiendo con exactitud en qué lugar habían de situarse las capillas de sus distintas estaciones. Alguien con la capacidad radiestésica suficiente eligió los lugares precisos. ¿Tenía Franco estas cualidades radiestésicas? No lo creo. Ni creo tampoco que tuviese algún tipo de premonición que le sugiriese el lugar.

      Sin embargo resulta lícito plantearse la siguiente pregunta: Si detrás del proyecto en el valle de Cuelgamuros había un radiestesista capaz de detectar los vórtices, ¿por qué no se hizo coincidir la cúpula de la basílica y la cruz con el primer anillo energético?

      Solo puedo encontrar una respuesta lógica. Esta persona que sin duda tenía cualidades tele radiestésicas, ya que sin ellas es prácticamente imposible detectar los vórtices, no debió desarrollar la cualidad de medir la densidad bioenergética de los mismos. Detectar un vórtice dentro de un Lugar de Poder resulta más complicado que hacerlo en un lugar normal, al menos para mí.

      Si esa persona no cuantificaba los niveles bioenergéticos, es posible que considerase todo el risco de la Nava como un enorme vórtice. En realidad no se equivocó, si llegó a pensarlo. Simplemente la magnitud del lugar le impidió cuantificar sus distintos niveles.

         

 

 

                                             

 

                                                    Epifanio Alcañiz

                                                      Investigador de las energías telúricas

 

www.radiestesiaysalud.com

zahori33@yahoo.es

 

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