San Pedro de Rocas
Este monasterio rupestre está considerado como el más antiguo de Galicia y uno de los más antiguos de Europa. Su origen se remonta al siglo VI, cuando un grupo formado por 7 ascetas decide instalarse en el lugar para llevar una vida de retiro y oración. Así consta en la lápida fundacional que se conserva en el Museo Arqueológico de Orense.
En el año 711, tras unos años de sequía y hambruna y coincidiendo con la invasión árabe de la península, el monasterio es abandonado. En el siglo XI, esta capilla escavada en la roca es encontrada por el caballero Gemondus, que decide quedarse en ella como ermitaño. Tras secundarle otros caballeros, forma una comunidad monástica de la cual él fue nombrado abad. Alfonso XIII le otorga prebendas e implanta en él la regla benedictina en el año 1007.
A principio del siglo XX, tras declararse un incendio, el monasterio es abandonado definitivamente y en el año 1923 este lugar es declarado Monumento Histórico -Artístico.
La iglesia del monasterio data del siglo VI y consta de tres naves excavadas en la roca. Una abertura en el techo de la nave permite la entrada a la luz exterior. El suelo de la nave está repleto de sepulcros antropomórficos tallados en la roca.
Un campanario de 14 metros de altura situado sobre una gran roca en la que se ha tallado un arco, permite el acceso a este recinto y un sendero nos conduce a la fuente de San Benito, con una pilastra tallada en la roca y cuya agua según cuenta la tradición, elimina las verrugas.
Desde el punto de vista telúrico, cabe señalar que la iglesia se excavó buscando que el vórtice de 24500 UB, que alguien debió detectar sobre la gran roca, quedase dentro de la construcción; se encuentra junto al altar. La fuente de San Benito se ve claramente que debe brotar un poco más arriba y que está desviada para que coincida con la pileta tallada, esta se encuentra sobre un vórtice de 13500 UB.
Resulta curioso observar en la foto que tomé del altar la cantidad de orbes que flotan en el ambiente. Esto sigue alimentando mi teoría de que estos entes son energías o necesitan de la misma, y que siempre se dan en los alrededores de lugares energéticamente más densos.
Epifanio Alcañiz
Investigador de las energías telúricas