Reiki
La historia del Reiki tradicional comienza a mediados del siglo XIX con Mikao Usui. Fue decano en la Universidad de Doshisha de Kioto, sacerdote cristiano a quien sus alumnos preguntaban acerca del método de curación mediante el cual sanaba Jesucristo (existen distintas versiones sobre la veracidad de estos datos). Usui comenzó por su cuenta una investigación que duró 10 años, y que le permitió redescubrir y aprender esa técnica.
No es mi intención en este apartado explicar los comienzos del Reiki (sistema de curación por imposición de manos), que es el nombre que Usui le puso a esta técnica (su significado sería fuerza vital universal o energía universal).
He de reconocer que cuando asistí al primer nivel de esta técnica lo hice con un poco de escepticismo. Había oído hablar de sus logros y me picaba la curiosidad. No era consciente en ese momento de los beneficios que el Reiki podría aportarme. Desde el primer momento empecé a notar los efectos de su aplicación.
Posiblemente todos hayamos oído hablar de los curanderos, que aplicando sus manos sobre una dolencia la curan o cuando menos la mitigan; eso es el Reiki, aplicación de energía a través de las manos. La diferencia es que estas personas deben nacer con sus canales abiertos, y al resto no nos queda otra opción que acudir a un maestro de Reiki para que nos los abra.
Es sencillamente asombroso el efecto. Es como portar una fuente de energía en nuestras manos.
Por supuesto que esta técnica no está reconocida por la ciencia. Sin embargo, ya dejan aplicarla en algunos hospitales a enfermos de cáncer, porque los doctores reconocen que no es nociva y que aporta tranquilidad a los enfermos; aplicada antes de una sesión de quimioterapia hace menos agresivos sus efectos y parece atenuar los efectos secundarios de los medicamentos.
La energía de nuestro cuerpo sutil es como un enorme puzzle que poco a poco va tomando forma. Recuerdo que hace tiempo, guiado por las respuestas de mi mente inconsciente transmitidas a través del péndulo, tracé un mapa de nuestro cuerpo energético o sutil (que es visto con escepticismo por muchos). Todo tuvo su origen en la búsqueda de los Vórtices Energéticos. Cuando preguntaba si estaba sobre un vórtice y obtenía una respuesta positiva, la siguiente pregunta solía ser si esta energía conectaba con el cuerpo espiritual, y la respuesta no siempre era positiva. Así pude encontrar y clasificar los cuatro grupos: vital, mental, espiritual y emocional. Esto me rompía todos los esquemas, porque entendía y entiendo que sólo hay una energía, pero esta actúa indistintamente sobre los distintos campos. Así después de cientos de preguntas conseguí configurar el mapa o dibujo de lo que según mi inconsciente es nuestro cuerpo sutil.
Reconozco que esto podría ser lo que yo llamo un “espejismo radiestésico”, producto de una jugada del hemisferio derecho de mi cerebro, pero es lo que tengo y lo expongo. Nunca he pretendido estar en posesión de la verdad absoluta.
Al pasar el tercer nivel de Reiki, tuve acceso al cuarto símbolo (el que cura fundamentalmente el alma), y conocí que cada uno de los cuatro se dirige de manera específica a cada uno de los cuerpos vibracionales: siendo la resonancia de uno de ellos específica en el plano del cuerpo físico, otro actúa sobre el cuerpo emocional, otro concuerda con el cuerpo mental, y el último funciona a nivel del cuerpo espiritual. Por eso que digo que el puzzle va encajando; ya no soy el único que separa o reconoce los distintos cuerpos vibracionales.
Hace tiempo, cuando yo sólo estaba en el primer nivel contactó, conmigo un maestro de Reiki, que había leído mi página, y quería que le localizase un vórtice donde poder hacer una meditación colectiva. Al final esto derivó en algo que a mí no se me había ocurrido. Yo había medido mi propia vibración energética y había comprobado que ésta se disparaba hacia arriba cuando me aplicaba el Reiki, aparte de tener una muy alta vibración localizada en las manos. La consulta fue si podía medir la vibración de sus chacras. En ese momento, su nivel vibratorio era bastante más alto que el mío en todos los apartados.
De ahí derivó un estudio que ahora ofrezco para que puedan entender de qué manera actúa el Reiki y de qué forma nos beneficia. Si esperé a completar el tercer nivel para ofrecer este estudio, es simplemente porque quería que dicho estudio se refiriese a una misma persona, en este caso yo, para ver la evolución obtenida en los distintos niveles, creo recordar que fue en el año 2008.
Hay personas que estiman que el Biómetro y las Unidades Bovis son un sistema de medición no fiable; yo estoy convencido de que sirven para medir el campo vibracional de personas, lugares y objetos, es decir, la energía vital, sutil, universal (o como queramos llamar a esa “chispa” que nos mueve y de la cual depende nuestra vitalidad). Sin duda no es una medida precisa, es simplemente una evaluación comparativa, pero creo que suficiente para tener una visión clara de los distintos rangos vibracionales.
A continuación muestro la vibración energética de distintos puntos del cuerpo, así como la evolución de la misma después de pasar por los distintos niveles de Reiki.
ANTERIOR AL REIKI
Cuerpo------------------ 7500 UB
Mano izquierda----- 7500 UB
Mano derecha-------- 7500 UB
DESPUÉS DEL PRIMER NIVEL
Tras una sesión de Reiki
Cuerpo---------------- 13000 UB
Mano izquierda---- 20500 UB
Mano derecha------ 22000 UB
DESPUÉS DEL SEGUNDO NIVEL
Tras una sesión de Reiki
Cuerpo---------------- 13500 UB
Mano izquierda---- 21500 UB
Mano derecha------ 24000 UB
DESPUÉS DEL TERCER NIVEL
Tras una sesión de Reiki
Cuerpo---------------- 14000 UB
Mano izquierda---- 23500 UB
Mano derecha--------- 26000 UB
Para una buena comprensión de los datos, debo aclarar que en el primer, segundo y tercer nivel, los datos corresponden al tiempo en que se está aplicando Reiki; después de acabar, los niveles van bajando durante media hora aproximadamente, hasta recuperar los niveles normales.
Hay que entender que estas medidas no deben considerarse estándar, ya que cada cuerpo es un mundo, pero sí pueden considerarse un ejemplo para poder llegar a comprender en qué grado aproximadamente se incrementa el nivel energético con la aplicación de Reiki. Los chacras suben su nivel vibratorio mucho más que el cuerpo, pero he decidido no incluir las lecturas para evitar confusiones.
Tiempo después descubrí que con ayuda de la mente podía proyectar la energía desde mis manos a un receptor y que incluso podía dirigirla a un chacra concreto. Con la metodología del Reiki también se pueden hacer envíos a distancia, pero considero más efectivo mi propio método; desde entonces casi nunca aplico directamente las manos para solucionar un problema energético.
Más tarde llegó hasta mi Shamballa, un método mental de envío de energía. Después de compararlo con la Reconexión, la Sanergia e incluso con mi propio método y comprobar que los envíos con este nuevo método son más eficaces, lo adopte y en la actualidad es el método que utilizo.
Epifanio Alcañiz
Investigador de las energías telúricas